jueves, 25 de noviembre de 2010

de todo me quedé contigo...

Fue clara y reveladora, fue honesta; simplemente el inocente aprendizaje de la vida, principiante en esto de encontrar donde nadie mira…

Fue acogedora incluso cuando era triste, traslúcida cuando quería ser vista y opaca cuando me escondía, refugio y perdición que se repetía; día tras día…

Papeles golpeados con mis lápices que pretendían matar mi tiempo o no sé, soledad de la que aprendí que sobre todo pierde el que no te ve, y si me pierdo entre recuerdos yo sí le recordaré…

Porque aprendí a valorar el sol que se reflejaba en tus fachadas, el bullicio que se instalaba en tus terrazas, la voz de un desconocido a veces incluso más cercana; quería gritarte y, sin embargo, me quedaba sentada siempre en el mismo sitio donde mis ojos reposaban en un no muy lejano horizonte en el que te di por perdido aquel día, por si alguien aún se lo pregunta; el dolor duele, el silencio mata…

Y a pesar de todo, me quedo contigo, no sé cómo decirte; y si me escucharas, que todo habría sido muy diferente donde tú no estabas, que nadie como tú ha sabido calmar mis manos cuando mis pensamientos te estrangulaban, que gracias a tu entereza ahora te echo de menos, que en ningún sitio encontré un rincón como el que me brindabas, cada tarde de soledad a eso de las 7 junto a la nada…

Fotografía: niÑa de colores










No hay comentarios:

Publicar un comentario