martes, 9 de noviembre de 2010

como otra liliputiense más...

"Nada me avisaba de que llegaba pero se hacía notar; el gigante ya andaba cerca, su manta de luces me advertía de que todo estaría listo a mi llegada, aún dormido el gigante olía a gasoil, a bullicio, a vida…
Sus liliputienses se me antojaban marcianitos con suerte.

Y allí estaba yo llenando de madrugada sus calles, preparada para quemar sus adoquines con mis inadecuados zapatos de paseo que me harían correr, deslizándome por sus alcantarillas y sintiéndome mecida en su muchedumbre.

Gracias por ese "Madrid: Puerta de Atocha" que me hizo soñar, gracias por no avisar de su llegada porque fué aún más maravilloso verla llegar a zancadas.

Allí estabas MADRID sin miedo a ser destronada."

Fotografía: niÑa de colores

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